¿Por qué se cae el cabello en verano?
Durante el verano, muchos notamos un aumento en la caída del cabello. No se trata solo de una sensación: el calor, la exposición solar, el cloro, la sal y los cambios hormonales propios de esta estación tienen un impacto directo en el ciclo capilar. Aunque suele ser un proceso temporal, si no se aborda adecuadamente puede convertirse en un problema más persistente.
Descubre por qué ocurre, cómo prevenirlo y qué productos puedes utilizar para mantener un cabello sano, fuerte y con vitalidad durante los meses más calurosos del año.
La caída estacional del cabello: ¿mito o realidad?
La caída del cabello en determinadas épocas del año es una realidad fisiológica. El cabello tiene su propio ciclo vital y, al igual que en la naturaleza, estos ciclos pueden estar influenciados por los cambios estacionales.
La ciencia ha demostrado que durante el verano se produce una aceleración del paso de la fase anágena (crecimiento) a la telógena (caída). Esta transición suele ser más notoria hacia el final del verano, cuando la exposición acumulada al sol, el calor y otros factores agresivos pasan factura al cuero cabelludo.
¿Por qué se acentúa la caída de pelo en verano?
La caída del cabello en verano no responde a un único motivo, sino a la suma de factores que afectan directamente tanto a la fibra capilar como al cuero cabelludo.
Radiación solar y estrés oxidativo
El sol, aunque beneficioso en pequeñas dosis, puede ser muy perjudicial para el cabello si no se protege adecuadamente. La radiación ultravioleta (UV) daña la estructura proteica del cabello, debilita la queratina y aumenta el estrés oxidativo sobre el cuero cabelludo.
Una forma eficaz de contrarrestarlo es utilizar productos antioxidantes que refuercen la barrera protectora del cuero cabelludo, como el Purifying Booster de Arkhé Cosmetics, que estimula el crecimiento capilar y protege frente a agentes externos.
Sudor y exceso de grasa en el cuero cabelludo
Durante el verano sudamos más y eso implica una mayor secreción sebácea. El exceso de sebo y sudor pueden obstruir los folículos pilosos, favoreciendo la caída y dificultando el crecimiento de cabello nuevo.
En este caso, es recomendable utilizar champús que equilibren la producción de grasa sin agredir la piel. El uso de Balance Shampoo con su rico contenido en zinc, lúpulo y sauce entre otros, alternado con el Purifying Shampoo para una limpieza profunda y purificante, es una combinación ideal para mantener el cuero cabelludo limpio, equilibrado y oxigenado.
Finaliza con una mascarilla reguladora y descongestiva como la Balance Clay Mud. Déjala actuar mínimo 5 minutos y aclara con suavidad.
Cloro, sal y agentes externos
Tanto el cloro de la piscina como la sal del mar alteran el pH natural del cabello, rompen las cutículas y lo deshidratan. Esta agresión repetida puede debilitar el tallo capilar, haciéndolo más propenso a la rotura y a una caída anticipada.
Para proteger el cabello, conviene aplicar productos con ingredientes reparadores antes y después del baño como el Hydrahair Water. Una opción cómoda, sencilla y funcional para llevar en el bolso y darle una dosis extra de hidratación y protección a tu pelo. Además, es clave enjuagarlo bien con agua dulce al salir del mar o de la piscina.
Cambios hormonales y ritmo circadiano
El aumento de las horas de luz solar afecta la producción de melatonina, una hormona que regula tanto el sueño como el crecimiento del cabello. Estos cambios pueden desajustar el ciclo capilar y acelerar la caída.
¿A quién afecta más la caída del cabello en verano?
Aunque cualquier persona puede experimentar una mayor caída de cabello en verano, hay grupos más sensibles a este fenómeno:
- Mujeres, especialmente con cabello largo o teñido.
- Personas con cuero cabelludo graso.
- Quienes se exponen mucho al sol o al cloro.
- Personas con deficiencias nutricionales o estrés
Además, quienes ya padecen alguna alteración capilar como la caspa grasa o la dermatitis seborreica, verán estos efectos intensificados si no se cuidan adecuadamente.
Tipos de caída capilar más comunes en verano
No todas las caídas capilares son iguales. En verano suelen predominar dos tipos bien diferenciados: efluvio telógeno y alopecia por tracción estival.
Efluvio telógeno
Este tipo de caída es difusa y suele notarse como una pérdida de densidad sin zonas concretas de calvicie. Es común tras periodos de estrés, cambios hormonales o exposiciones prolongadas al sol. Suele revertirse con buenos hábitos y tratamientos adecuados.
Alopecia por tracción estival
El calor lleva a muchas personas a recogerse el cabello con coletas, moños o trenzas muy tirantes. Esto puede producir una tracción excesiva en los folículos y derivar en una alopecia localizada en zonas como las sienes o la línea frontal.
Síntomas que indican una caída de cabello anormal
No toda caída es preocupante, pero hay ciertos signos que pueden alertarte:
- Pérdida de más de 100 cabellos diarios.
- Clareos visibles en zonas específicas.
- Pelo más fino, sin volumen.
- Picor persistente o descamación.
- Enrojecimiento o irritación del cuero cabelludo.
Ante cualquiera de estos síntomas, conviene reforzar la rutina capilar con productos específicos o consultar a un profesional.
Cómo prevenir la caída del cabello en verano
El mejor tratamiento es la prevención. Incorporar una serie de cuidados diarios puede marcar la diferencia entre un cabello fuerte o debilitado al final del verano.
Protección solar capilar
Al igual que protegemos la piel, debemos proteger el cabello. Sombreros, pañuelos o productos como el Purifying Booster son imprescindibles si vas a pasar tiempo al aire libre.
Higiene adecuada y productos suaves
No caigas en el error de lavar el pelo con productos agresivos que desequilibren la flora del cuero cabelludo. Lo ideal es usar un champú calmante y equilibrante que limpie sin resecar como el Balance Shampoo de la línea Scalp Balance de Arkhé.
Si además complementamos nuestra rutina con la aplicación de unas gotas de Balance Booster sobre el cuero cabelludo mediante un suave masaje circular con la ayuda del Scalp Vitality Infuser que active la microcirculación sanguínea, conseguiremos mayores resultados previniendo todo tipo de anomalías capilares.
Alimentación rica en vitaminas y minerales
Una dieta rica en vitaminas del grupo B, hierro, zinc y ácidos grasos esenciales es fundamental para nutrir el cabello desde el interior. Complementar con suplementos específicos también puede ser útil en periodos de mayor demanda.
Conclusión: evita la caída de cabello en verano con constancia y buenos hábitos
El verano puede convertirse en un enemigo silencioso de la salud capilar si no adoptamos las rutinas adecuadas. La combinación de calor, radiación solar, cloro, sal y sudor exige un cuidado especial que no debe tomarse a la ligera. Pero lejos de ser un problema sin solución, la caída del cabello en verano puede prevenirse y controlarse con una estrategia clara y el uso de productos adecuados.
Proteger el cuero cabelludo del sol, utilizar productos enfocados a la caída del cabello con fórmulas suaves y específicas como los de Arkhé Cosmetics, mantener una buena hidratación, cuidar la alimentación y evitar prácticas agresivas como los peinados tirantes o el uso excesivo de herramientas de calor marcará la diferencia.
El cabello necesita que lo mimemos más que nunca en esta época del año. Con constancia y atención a los pequeños detalles, podrás disfrutar del verano con Arkhé sin que tu melena se resienta.
Preguntas frecuentes
¿Es normal que se caiga más el cabello en verano?
Sí, debido al calor, la exposición solar, el sudor y los cambios hormonales, la caída del cabello en verano es un proceso habitual.
¿Qué cantidad de pelo se puede caer al día sin preocuparse?
Hasta 100 cabellos diarios se consideran dentro de la normalidad.
¿Puedo seguir usando mascarillas en verano?
Sí, de hecho, son altamente recomendables para rehidratar el cabello tras la exposición solar o baños en el mar o piscina.
¿Cuándo debería plantearme acudir a un especialista?
Si tras varias semanas de cuidados no hay mejoría o si notas signos como enrojecimiento, picor intenso o zonas sin pelo, es momento de consultar con un dermatólogo.